Por José Luis de la Calva
(BALI, Indonesia).- No es cierto que haya sobrevivientes, entre las 189 personas que iban a bordo del Boeing 737 MAX 8 de Lion Air, que se estrelló en silencio y casi en horizontal en esta ciudad.
Se propagó en las redes que habían personas con vida, especificamente una imagen de un bebe, y no es cierto, esa imagen no corresponde a ese vuelo.
Las brigadas de rescate continúan trabajando y han logrado recuperar mas cadáveres, que se hace más fácil por la poca profundidad de la zona.
Se tiene sospecha de que el mantenimiento que duró 6 horas, dado justo antes de dar orden de despegue, ha sido la causa del siniestro, pero aún no se puede determinar, ya que el fuselaje parece haberse ido al fondo y las cajas negras no se han recuperado.
Se informo qu el aparato habría experimentado cambios repentinos de altitud y velocidad durante el vuelo. También que los pilotos detectaron problemas graves con los instrumentos. Se supo que, en ese viaje entre Bali y Yakarta, el Boeing se desvió de su ruta y llegó a desplomarse 265 metros en 27 segundos. Varios pasajeros relataron también problemas con el aire acondicionado y la iluminación, así como que el motor hacía ruidos raros
El avión que operaba el vuelo JT610, quedó con el morro levemente inclinado hacia delante, como si los pilotos hubiesen tratado de realizar un amerizaje controlado. Hasta que el aparato no chocó contra el mar no se produjo explosión alguna. Pero entonces el avión se hundió rápidamente, dejando una columna de humo tras de sí.
Se dijo que los cadáveres están en muy mal estado, algo más propio de un choque brutal o incluso una explosión previa al impacto. Esta compleja coyuntura provoca aún más preguntas en una investigación que todavía sólo puede especular por la falta de las cajas negras. La poca profundidad de la zona en la que cayó el Boeing y las radiobalizas que tendrían que haberse activado tras el accidente deberían facilitar la pronta recuperación de todos los restos.
Mientras, los datos que manejan los expertos son los recogidos por las diferentes páginas web que siguen en directo los vuelos y los del trayecto que el avión realizó la noche del domingo, cuando .
Fallos en los sensores
Lo único contrastable es que los pilotos decidieron volar a una altitud muy inferior a la habitual y que aterrizaron sin problemas en la capital indonesia. Los ingenieros tuvieron poco más de 6 horas para corregir fallos atribuidos a los sensores que determinan la altitud y la velocidad, y dieron el visto bueno para el despegue.
Según la información recogida por FlightRadar24, los problemas en ese trayecto comenzaron dos minutos después del despegue, cuando los instrumentos comenzaron a reflejar velocidades y altitud inusuales: el Boeing descendió 500 pies cuando solo había alcanzado 2.000, y luego ascendió de nuevo hasta los 5.000 pies que mantuvo durante la mayoría de los 13 minutos que estuvo en el aire. La velocidad sólo aumentó cuando se desplomó contra el mar.